Estamos de enhorabuena…Ya os avanzábamos el otro día que hemos estado trabajando en un centriquísimo piso de Gijón, una vivienda rehabilitada que se ha puesto a la venta recientemente y en la que hemos realizado un Home Staging de esos que nos enamoran.

Pues bien, ya podemos contaros que esta pequeña aventura (¡cada trabajo lo es!) ha tenido lugar en un edificio histórico de la ciudad, una de esas joyas que aparecen en los libros de arquitectura y que, afortunadamente, ha sido rehabilitado íntegramente para que podamos volver a admirar su emblemática fachada al pasear por la calle más famosa de Gijón: la calle Corrida. ¿Os apetece un poco de historia? Gijón, a principios del siglo XX, vivió una época de auténtico esplendor, tanto fue así, que en 1910 se convirtió ya en la ciudad más poblada de Asturias. Los motivos son obvios: los indianos regresaron con sus fortunas ansiosos de invertir su capital y qué mejor lugar para hacerlo que esta villa gijonesa, que estaba atravesando una etapa de crecimiento industrial y comercial importantísimo. El centro de la ciudad se convirtió en la zona predilecta de esta incipiente burguesía y sufrió importantes transformaciones, acogiendo en sus calles principales teatros, cafés, centros recreativos para la élite y, por supuesto, las selectas viviendas de esta nueva clase social. Algunos de estos adinerados ciudadanos quisieron importar un tipo de arquitectura muy en boga en las grandes capitales: el estilo modernista, cuyo máximo exponente fue el excéntrico Antonio Gaudí. Y he aquí donde nos encontramos ahora: el edificio Tívoli. Tras las laboriosas obras de rehabilitación, el edificio de la calle Corrida número 8, catalogado como patrimonio arquitectónico, toma su nombre de la antigua cafetería Tívoli, ubicada en el bajo durante décadas. Ahora vuelve a alzarse en todo su esplendoresta joya modernista de 1905 diseñada por el arquitecto Miguel García de la Cruz. Se han restaurado de manera artesanal y con las mismas técnicas con las que fueron construidos los elementos originales tales como molduras, carpintería o forja. Sin embargo todo ello se ha adaptado a las normativas vigentes y al plan de eficiencia energética, y por supuesto, a las comodidades que exige nuestra vida actual. Al edificio puede accederse desde la calle Corrida y desde la Calle del Horno, y ambos portales se comunican entre sí. Carecen de barreras arquitectónicas, por lo que el acceso está libre de obstáculos desde ambas calles hasta la puerta del ascensor. La fachada es espectacular gracias a su delicada ornamentación en la que destacan las cabezas femeninas entre ramaje y ménsulas antropomórficas. Cabe destacar la majestuosa entrada de la calle Corrida custodiada a nivel del partido dintel por dos cabezas y un complejo trabajo decorativo a base de escudos, troncos de vid y racimos. Queremos resaltar algo que nos apasiona de este edificio: sus colores. Nosotros que solemos trabajar con los colores neutros que la decoración de interiores requiere, admiramos la valentía de aquellos diseños que no tenían miedo a utilizar colores vibrantes. Desde Home Decora hemos trabajado en un home staging que respetara la majestuosidad que la vivienda requiere pero apostando por un estilo moderno y minimalista, que potencie las alturas y la luminosidad.     Y hasta aquí este pequeño recorrido por la historia y nuestro humilde aportación a la conservación del patrimonio arquitectónico de nuestro territorio. No te olvides que puedes contactar con nosotros y te asesoraremos sobre cualquier cuestión que necesites acerca de marketing decorativo o cualquier otro servicio. En Home Decora nos gustan las historias… ¿Cuál es la tuya? [/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]